Hace aproximadamente dos semanas publiqué un post titulado "Una vida de perros" contando la experiencia que viví con la perrera municipal. Ahí no quedó la cosa ya que finalmente decidí plantear una queja en la web del Ayuntamiento. Nada más enviarla recibí un correo electrónico a modo de respuesta estándar que me decían que la habían recibido y que remitirían la queja al servicio correspondiente.
Pensé que ahí quedaría la cosa. Pero cual fue mi sorpresa cuando el lunes me llamaron desde la protectora para interesarse sobre mi queja (me habían llamado el viernes, pero como estaba en clase no se lo cogí). El hombre muy amable me realizó una serie de preguntas sobre cuando había estado y cómo había transcurrido mi visita. Quiso indagar especialmente en dos de los puntos de la queja:
1) El trato de las personas que se encontraban ahí. En el escrito, puse "mal trato" pero ya le especifique que sonaba algo peor de lo que había sido. Pero no con ello quiero dulcificar la situación, sino ser más realista con ella. Le expliqué que ese mal trato consistía en que no me habían proporcionado información y que no fueron muy amables. Sus palabras fueron bruscas (especialmente cuando hizo referencia a los 150 perros adultos). Digamos que no me "vendieron" en ningún momento la adopción. Quizás los pillé en un mal momento, pero quienes hemos trabajado cara al púbico, sabemos que no podemos tenerlo.
2) Las sugerencias en cuanto a la gestión. En la queja, recomendé tanto la colocación de las jaulas como carteles identificativos. Respecto a la primera, las jaulas están colocadas de tal manera que para pasar de una a otra tienes que pasar pasar por la anterior. Yo le expliqué al hombre que me llamó que yo desconozco si alguno tiene alguna enfermedad o son algo peligrosos y "obligarme" a entrar de una en una a las jaulas no me parecía correcto. Él me aseguró que todos estaban sanos, aunque uno de ellos no lo parecía (estaba en una de las casetas, porque si no recuerdo mal, había cuatro junto a las jaulas donde estaban los cachorros). Quizás poniendo las jaulas en filas con algún tipo de pasillo ayudaría a la gente a acercarse más a los perros y enamorarte de alguno. Y en segundo lugar, carteles identificativos. Ya que las personas que ahí estaban no proporcionaban información, sería una buena idea poner en las jaulas unas hojitas con la fecha en la que entró el animal, edad estimada y raza/ tamaño. Él me dijo que esa información la disponía en la web y si la había visto. Efectivamente iba con los deberes hechos, pero puede ser que o no los haya visto, o hayan cambiado, o te guste uno que en la página no estaba o no te llamó y por tanto, no te quedaste con la información. Son tantas las posibilidades que existen, que pedir unas hojitas impresas y con algún tipo de plástico, no es pedir demasiado, ¿no?
La llamada finalizó con que tomarían en cuenta mis sugerencias y me pidieron disculpas. No sé si al final servirá para algo, pero me alegra saber que al menos cuenta lo suficiente como para realizar la llamada y clarificar la queja.
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